Fernando Fernández Cabezuelo nuevo Hermano Mayor de la Macarena, luego de una jornada histórica

Una jornada histórica marcada por la alta participación y tres proyectos muy diferenciados. La Hermandad de la Macarena vivió anoche una de las elecciones más concurridas y emocionantes de su historia reciente. En un proceso marcado por la participación masiva de los hermanos, la candidatura encabezada por Fernando Fernández Cabezuelo se impuso con 2.295 votos, situándose por delante de Pedro García, que obtuvo 1.623, y de José Luis Notario, que cerró el escrutinio con 1.322 apoyos.

La contienda electoral, larga y profundamente debatida en los últimos meses, ha dejado sobre la mesa tres modelos distintos de futuro para la corporación. Finalmente, la apuesta continuista y de acento patrimonial de Fernández Cabezuelo consiguió despertar la confianza de la mayor parte del censo.
La candidatura de Fernando Fernández Cabezuelo basó su proyecto en una gestión sólida, orden económico y una agenda patrimonial ambiciosa, especialmente centrada en la conservación de la Basílica y el impulso de nuevas medidas de transparencia interna. Su discurso llamó al consenso y a la estabilidad, apelando a “un mandato de unidad después de años intensos en la Hermandad”.
La participación fue muy elevada, con colas durante toda la tarde en la Basílica y un ambiente vibrante que demostraba la implicación creciente de los hermanos. El recuento confirmó lo que muchos intuían: la candidatura de Fernández Cabezuelo había logrado conectar tanto con los sectores más tradicionales como con los más jóvenes.

La segunda candidatura más votada, encabezada por Pedro García Rivero, presentó un programa centrado en modernizar la gestión social de la Hermandad, reforzar la obra asistencial y actualizar varios mecanismos internos de comunicación con los hermanos.
Su propuesta incluía la creación de una bolsa de caridad ampliada para atender situaciones urgentes dentro del barrio, mayor participación juvenil en órganos de gobierno, un plan de digitalización integral del archivo y de los canales informativos, y la apertura de ciclos formativos vinculados a la historia y espiritualidad de la Hermandad.

Por su parte, José Luis Notario articuló su campaña alrededor de la potenciación del culto, el cuidado del patrimonio y la defensa del estilo clásico de la Hermandad. Su programa recogía propuestas como nuevas restauraciones, mantenimiento periódico de enseres, creación de un comité asesor de especialistas y una mayor presencia institucional.
Aunque su proyecto obtuvo un respaldo significativo, especialmente entre hermanos veteranos, no logró superar a las dos candidaturas rivales.

Con el resultado ya firme, la Hermandad afronta un nuevo período de gobierno bajo la dirección de Fernando Fernández Cabezuelo iniciando así un nuevo capítulo, marcado por el reto de equilibrar tradición, modernización, cercanía social y gestión patrimonial.