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Historia | 1976: El primer Vía Crucis del Consejo. Origen e historia de una joven tradición

El Penitente
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Historia | 1976: El primer Vía Crucis del Consejo. Origen e historia de una joven tradición

El pasado lunes, primero de Cuaresma, tal y como se lleva celebrando desde hace casi medio siglo, los sevillanos asistimos al tradicional Vía Crucis del Consejo de hermandades y cofradías. Una fecha marcada en nuestro particular calendario cofrade y que, a pesar de su siempre controvertido día de salida y de las polémicas que han acompañado a los de San Gregorio en las últimas semanas, da el pistoletazo de salida a este tiempo de espera, previo a la Semana Santa, reuniendo a cientos de cofrades (y turistas) para acompañar a la imagen designada cada año. En este 2024, el Cristo de la Redención, de la Hermandad del Beso de Judas, ha sido el seleccionado por la institución que preside Francisco Vélez, para recorrer en la tarde de ayer las calles de Sevilla, protagonizando este solemne acto, que se convoca en la Catedral de Sevilla.

El primer Vía Crucis de las Hermandades se celebró en el año 1976, en un España que vivía un terremoto político y social, con la reciente muerte de Franco y los primeros pasos hacia una incipiente democracia. Fue el Cristo de las Misericordias de Santa Cruz el designado por el Consejo para encabezar, por primera vez, el rezo de las catorce estaciones en el interior de las naves de la Santa Iglesia Catedral. Desde entonces, un titular distinto lo ha protagonizado, año tras año, siendo los primeros en hacerlo, durante la década de los 70, el Cristo de la Fundación de Los Negritos en el 77, El Cachorro un año mas tarde y el Señor del Gran Poder en 1979. La Hermandad de San Lorenzo volvería a hacerlo en 1987, convirtiéndose así en la única corporación que con su titular ha presidido dos veces el vía crucis.

Durante la transición, en los años 80, lo hicieron las hermandades de El Amor, Pasión, Vera Cruz y el Silencio, desde 1980 a 1983. Al siguiente año, sería el Cristo de la Caridad de Santa Marta quien con su belleza dejara estampas para la historia y un año mas tarde, en 1985, otra imagen de Luis Ortega Bru sería la elegida, la del Santísimo Cristo de la Misericordia de El Baratillo. En 1986 la lluvia impidió que el Santo Entierro llevara a su titular hasta la seo hispalense. Si lo pudieron hacer los de San Bernardo en el 89, cerrando así una década en la que, por primera vez, la imagen de una dolorosa protagonizaba en solitario el acto piadoso. Fue la Soledad de San Lorenzo en 1988, coincidiendo con el Año Santo Mariano, acompañada a sus espaldas por la cruz, simbolizando así la presencia de Cristo. Le seguirán la Virgen de los Dolores de los Servitas en 1998 y la Piedad de la Mortaja en 2002. La Piedad del Baratillo lo hizo años antes, acompañando a su hijo.

La Madrugada es la única jornada de la Semana Santa que ha aportado todas sus imágenes cristíferas a la causa. Además de las dos ocasiones del Gran Poder y la del Silencio, La Macarena lo hizo en 1997 y el Cristo del Calvario en 2001. Sólo un lustro más tarde, en 2006 La Esperanza de Triana llevaría al Cristo de las Tres Caídas a la Catedral y tres años más tarde lo intentarían Los Gitanos, quienes vieron como la lluvia dejaba al Cristo de la Salud refugiado en su santuario, en el antiguo convento del Valle. No será hasta 2020 cuando la corporación repita designación, un 9 de marzo días antes de que se decretara el estado de alarma por la aparición de la Covid-19. Ni siquiera la crisis sanitaria ha impedido celebrar el Vía Crucis de las Hermandades, el cual se ha llevado a cabo siempre. Fue el Cristo de la Corona quien en el año 2021, en plena pandemia, presidió el Vía Crucis del Consejo, eso sí, de manera estática, en el Altar de Jubileo de la Catedral.

De manera extraordinaria, en 2013 se celebró el vía crucis del Año de la Fe, única ocasión en la que este culto se celebró el primer domingo de Cuaresma, siendo elegidas catorce imágenes para cada una de las estaciones, Montesión, Redención, San Gonzalo, el
Carmen, Torreblanca, San Esteban, los Gitanos, Pasión, el Gran Poder, la Estrella, Montserrat, las Siete Palabras, el Cachorro y el Santos Entierro, las cuales hubiesen acudido en sus pasos procesionales, pero la lluvia, de nuevo, hizo acto de presencia en la jornada, impidiendo que las cofradías asistiesen a este evento con sus misterios, celebrándose sólo con la cruz de guía del Silencio y el lignum crucis de la Vera+Cruz.

Haciendo un repaso por las imágenes que no han sido designadas aún, o que no han presidido este ejercicio aun habiendo sido elegidas, como es el caso del Santo Entierro por la lluvia en 1986, podemos señalar las hermandades de La Entrada en Jerusalén, Jesús Despojado, la Paz, el Señor de la Sagrada Cena o La Hiniesta, todas del Domingo de Ramos, que junto a la jornada del Miércoles, son los días que más imágenes acumulan sin designar. Tampoco lo han sido hermandades como San Pablo o Las Aguas del Lunes Santo o La Exaltación, Cigarreras y Coronación de Espinas del Valle, estas tres del Jueves. El Viernes Santo lo han protagonizado todas, a excepción de La Soledad de San Buenaventura, siendo El Sol la única del Sábado que queda por presidir tan solemne acto.

No podemos dejar caer en el olvido que en este culto se rezan catorce estaciones y no quince, por lo que no se contempla la Resurrección. ¿Significa eso que el titular de la corporación de Santa Marina no podría ser elegida en un futuro? El tiempo responderá esta cuestión.

Texto: Juan Miguel Sánchez @juanmi_sanchez_

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