El año 2021 da el chasquido de un cierre entre la zozobra y la esperanza. Nos ha dado el calor del reencuentro, el aroma de un ayer tan incompleto y confuso que ha sonado al anuncio de un porvenir con tintes de normalidad.

Decimos adiós al año de la vacunación masiva, de los altares infinitos, de las plegarias resucitadas al paso de la albura de María y de la infinita misericordia de Cristo. El año en el que toda banda sonó al impúber recuerdo de la infancia, al imperfecto estreno de la melodía guardada.

Se echa el cierre a la vez que revientan los claveles de un nuevo año que ya enciende la luz de la necesaria vuelta del culto externo y de todo lo que ello conlleva para nuestras hermandades, y, por ende, para la situación económica, social y cultural de sus ciudades.

Por todo ello, el equipo de El Penitente les desea que el próximo año 2022 colme vuestras vidas de salud y esperanza.

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¡Feliz año 2022!