Y ahora... ¿qué hacemos con este sentimiento?

Una vez más, el temporizador vuelve a contar. Ya se han cerrado las puertas de las casas hermandad. Los titulares descansan de nuevo en sus capillas, y los cofrades, acuden a ellos quedándose quietos y mudos en una oración que parece durar horas. Los varales están fríos y los instrumentos han enmudecido dentro de sus fundas. Las calles de Málaga, tan llenas hace apenas unas horas, parecen ahora suspirar en voz baja. La Semana Santa de 2025 se nos ha escurrido entre las manos.

Esta semana lo hemos sentido todo. Hemos llorado en mitad de la Tribuna de los Pobres al ver pasar la Virgen de la Esperanza con las primeras claras del alba por corona. Hemos aplaudido con la garganta hecha un nudo a los hombres de trono de la Virgen del Rocío, cuando la lluvia parecía una muralla inquebrantable. Hemos seguido los pasos de un Cautivo trinitario en una madrugada tan malagueña que parecía que el cielo entero bajaba a tocarle los pies.

En realidad, lo más bonito de todo, es que nos hemos vuelto a encontrar con nosotros mismos y nuestra fe. En mitad de la multitud, de las lágrimas y del cansancio, hemos descubierto que esta semana es la semana en la que todo cobra sentido. Una vez más, nos hemos dado cuenta de que hacer estación de penitencia es una forma de vivir, de amar, de sentir.

Por parte de la familia de El Penitente App, nos gustaría dar las gracias a De ensueño BreadSquare, Juego cofrade Santo entierro, La Peña Málaga, Sumelmar, ProMusi, Fresh Barber, La Pasión de la papa McArthurGlen, Podovir, Padel Technology, CofradeGo, Estampas Sevilla, Hamburguesería El Faro, Lusan S.L., Casa Lola, Escultor - Imaginero Francisco González y Torres Joyeros, que tanto confían y nos ayudan a realizar nuestra función. Sin ellos, que nuestra devoción se haga realidad a través de nuestra aplicación no sería posible.

Queridos cofrades, nosotros llevamos ya otro calendario encima. El que cuenta los días hacia atrás para volver a sentir todo esto de nuevo. Porque Málaga no olvida y cuando llora al final de su Semana Santa, no llora de tristeza, sino de agradecimiento. Gracias a vosotros siempre, cofrades.

Laura Pérez Guerrero y Blanca Ramos-Noguera