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Arte | El palio de Los Negros, la última transgresión

El Penitente
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Arte | El palio de Los Negros, la última transgresión

Un hospital para los esclavos de Sevilla fue el origen de esta pionera cofradía de negros que cada Semana Santa sale en procesión, como siglos atrás. “…Porque tenían el pelo encrespado, algún arzobispo de Sevilla no terminaba de creerse que los negros esclavos que se traían a Europa desde África subsahariana estuvieran bien bautizados, por lo que les volvían a verter agua bendita sobre la cabeza para asegurarse su cristianización.” Así nos narra el catedrático de Antropología Isidoro Moreno sobre una población que llegó a ser más del 12% en la Sevilla de finales del XVI. Fue alrededor de 1393 cuando el arzobispo Gonzalo de Mena y Roelas abrió un hospital en la periferia para atender a estos esclavos cuando eran abandonados a su suerte, a extramuros, porque enfermaban o envejecían. Propició así lo que sería la primera hermandad de negros de la historia, que desde el siglo XVIII sería conocida como la de Los Negritos.

Si pionera fue en su fundación, es de justicia decir que también lo fue en la ejecución del paso procesional de su titular mariana. El palio, la saya y el manto de la Virgen de los Ángeles, de la Hermandad de los Negritos, coronada en 2019 en la Catedral, suponen para la mayoría de los expertos una transgresión y la última gran innovación de la Semana Santa de Sevilla. Fueron diseñados por el artista portuense Juan Miguel Sánchez y bordados entre 1958 y 1964. Juan Miguel, fallecido en 1973, fue bastante polifacético, lo que hoy llamaríamos un “artista multidisciplinar”, manejándose de manera notable entre múltiples géneros. A él le debemos los coloristas carteles pop de los años 50 y 60 con los que cosechó grandes éxitos. También dejó importantes frescos en Sevilla, como los realizados en la estación de autobuses del Prado de San Sebastián o los de la Iglesia de Santa Teresa, bajo los que pudimos contemplar al Señor del Gran Poder. En el terreno cofrade, el pintor se convirtió en 1952 en director artístico de la Hermandad de los Negros, como recoge el profesor Isidoro Moreno en su libro dedicado a la corporación. Ese mismo año, la hermandad tuvo que refugiarse por la lluvia en La Anunciación y Juan Miguel se ofreció para restaurar al Crucificado de la Fundación. Desde ese momento, comenzó una fructífera colaboración que llevó a la hermandad a renovar prácticamente todo su patrimonio, esmerándose en el conjunto de bordados del paso de palio de la Virgen.

Siendo encargado por Enrique García Carnerero, benefactor de la Hermandad, sustituyendo al de Juan Manuel Rodríguez Ojeda de 1915, el original diseño de los bordados de este conjunto, muestra una clara independencia respecto al repertorio hispalense, asentado sobre neogóticos, neoplaterescos o neobarrocos, que son los más extendidos en la Semana Santa sevillana, siendo los de Juan Miguel los más renovadores desde Rodríguez Ojeda, hasta el punto de haber sido considerados por los más ortodoxos como "poco sevillanos".

Estilísticamente es difícil establecer similitudes de este conjunto con otros debido a su originalidad, que rompe con la tradición existente. Se aleja del clasicismo de los bordados de la época y está basado en elementos geométricos, en motivos decorativos y esquemáticos para representar las figuras de los ángeles en el techo y las bambalinas. También se advierten ciertas semejanzas con el arte bizantino en las formas brillantes y relucientes de los materiales utilizados como el oro y la plata, o al elegir el color celeste, las estrellas o la simetría en las composiciones.

Podemos observar las líneas curvas en las bambalinas del palio, y sobre todo en el manto, obra siempre importante en los pasos de palio, pues metafóricamente, cierra el desfile procesional de la cofradía, dejando su sello propio y personal ante los espectadores que lo contemplan, y cuyas flores, en el manto al que nos referimos, y diferentes adornos vegetales dan una gran sensación de dinamismo, especialmente en los que se sitúan en la parte de abajo, donde aparecen plantas, como sumergidas bajo el agua, que recuerdan los tallos florales utilizados por el arquitecto Arthur Mackmurdo, en Gran Bretaña, para la portada de su Libro Wrens City Churches, que se considera como el primer gran avance hacia el nuevo estilo modernista. En esta portada los tallos de las flores se ondulan en su diseño asimétrico y sinuoso como plantas sumergidas, agitadas por corrientes invisibles. En el manto de Ntra. Sra. de los Ángeles se conjuga una flora de claro simbolismo religioso, en un conjunto de palmeras, naranjos con azahar, rosales en flor, azucenas, flores de lis, y un fondo de estrellas que acompañan en su manto a la madre de Dios, con clara influencia modernista. Esas líneas onduladas o serpenteantes, tienen, desde el punto de vista del arte, una honda relación interna con la figura serpentinata o con el diseño interno de los manieristas.

Estos bordados fueron restaurados entre 2016 y 2018 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). Una parte importante de la intervención en el manto fue la limpieza de las once cabezas de querubines de marfil que decoran el perímetro y los dos grandes ángeles del centro, que cuentan con el cabello pintado en dorado y policromía en cejas, ojos y labios.
El análisis morfobiométrico realizado por el Laboratorio de Paleobiología del IAPH y el análisis genético proporcionado gracias a la colaboración de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) para determinar el origen del marfil han arrojado el mismo resultado: las placas de marfil del manto pertenecen a la defensa de un elefante macho de la sabana de África Central de la especie Loxodonta africana.

Los últimos diseños realizados por Juan Miguel para la hermandad fueron la corona, labrada por Manuel Román Seco en 1970 y enriquecida para la coronación pontificia; y el guión cardenalicio, bordado en Santa Isabel en 1972.

Desde entonces, la Hermandad ha seguido enriqueciendo su patrimonio con diseños inspirados en el genio de Juan Miguel Sánchez. Como muestra de coherencia estética. Como homenaje al singular artista.

Texto: Juan Miguel Sánchez @juanmi_sanchez_

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